DESPEDIDA AL EDUCADOR SERGIO MONDACA, PROFESOR DE EDUCACIÓN FÍSICA.

Luego de más de 40 años al servicio de los jóvenes del colegio Salesiano de Concepción.

En un emotivo momento vivido la jornada del 29 de diciembre, la comunidad salesiana de Concepción reunida en el Salón Domingo Savio dedicó palabras de agradecimiento al profesor Sergio Mondaca, quién luego de más de cuarenta años educando generaciones de jóvenes, deja su trabajo para compartir su tiempo con la familia.

“Es tiempo de descansar”, aseveró el profesional, quién, al dirigirse a los colegas y comunidad educativa manifestó su gratitud por la experiencia educativa vivida en estos años en el colegio, señalando que “han sido para mí muchas las experiencias vividas en estos años, que me han hecho crecer como persona y profesional”. El profesor Sergio tuvo palabras de gratitud hacia sus colegas, la rectora Ida Sepúlveda y los salesianos que ha conocido en estos años, señalando además que, “donde me ha correspondido ir o viajar, siempre me he encontrado con antiguos alumnos que me han manifestado su cariño y aprecio, y le han enviado siempre saludo a sus profesores. Pese que uno sabe que esta misión educativa es a largo plazo, siempre he sentido la retribución y del afecto por parte de los alumnos y exalumnos”.

En la oportunidad, junto a las palabras de gratitud de parte de la comunidad a través del Director de la Presencia el P. Claudio Cartes, quién destacó la relevancia de los años de servicio del profesor Sergio, apuntó a la importancia de reconocernos en esta importante misión salesiana al servicio de las nuevas generaciones. La Rectora del colegio, recordó algunos episodios de la vida del profesor e invitó a toda la comunidad a tener siempre vivo el sentido de gratitud entre los educadores. El sindicato de profesores del colegio, en la oportunidad reconoció la trayectoria del profesor con la entrega del signo de “el Quijote” representando su hermosa tarea educativa al servicio de los jóvenes.

Biografía: Sergio Mondaca, educador de larga trayectoria, ingresó al Colegio Salesiano de Concepción en 1972, inspirado por su profesor de música, Adriano Reyes Fuentes. Durante su paso por la institución como estudiante, se destacó como monitor de Educación Física, descubriendo su vocación pedagógica. Ingresó a estudiar pedagogía en Educación Física en la Pontificia Universidad Católica de Chile, marcando el inicio de su dedicación a la formación integral de los jóvenes.

En 1981, inició su carrera profesional en el mismo colegio donde estudió, desempeñándose en roles diversos como profesor de Educación Física, profesor jefe, coordinador de ACLES, colaborador en la UTP y jefe de departamento. Destacó en la organización del exitoso "Seminario de Actividad Física y Salud" en 2006. Además, dirigió con éxito un equipo de gimnasia artística, obteniendo reconocimientos a nivel regional y nacional.

Durante aproximadamente 30 años, ejerció como profesor jefe, forjando la formación de "Buenos Cristianos y Honestos Ciudadanos". Su enfoque educativo se centró en el método preventivo de Don Bosco, fomentando valores como el respeto, la superación personal, la inclusión y la responsabilidad. Se retira del colegio después de 43 años, agradecido y dejando un legado de dedicación, aprendizaje y profundo cariño por la comunidad educativa.

El educador salesiano se destaca ante todo por su presencia preventiva ante los jóvenes, quienes valoran su actitud de testimonio en una relación cordial y de amabilidad que caracteriza nuestro sistema preventivo. Toda pedagogía salesiana busca el crecimiento de la comunidad quien se focaliza en la atención específica de los jóvenes, pero en esa misión orientada por el proyecto educativo, también crecen las familias junto a los jóvenes y los propios educadores, que despliegan su misión y vocación al servicio de una sociedad más justa, inclusiva y solidaria. En este sentido es que todo educador salesiano está llamado también a ser un pastor, es decir, a ocuparse de los jóvenes en todas sus dimensiones, más allá del aula, sino que involucrándose en su crecimiento y desarrollo va acompañando su proceso de maduración personal y social, así el educador también es un buen cristiano y un honesto ciudadano, contribuyendo responsablemente a la sociedad entera.

Muchas gracias, profesor Sergio de parte de toda tu comunidad educativo pastoral Salesiana.