Fallecida el 5 de diciembre de 2023

“A nuestra querida profesora, quien siempre nos enseñó con amor, dejando una huella imborrable en nuestros corazones” reza la placa conmemorativa en honor a la educadora, que sirvió por más de dos décadas en la casa salesiana de Concepción.

Luego varios años al servicio de la educación la profesora María Victoria se integró finalmente a la comunidad educativa salesiana donde permaneció por dos décadas al servicio de la formación de las nuevas generaciones. Este viernes 23 febrero, luego de dos meses de su pascua, un grupo de alumnos egresados en la generación de 1999 quiso hacerse presente junto a la familia de “Toyita”, para rendirle un sentido homenaje y agradecimiento por su misión educativa junto a ellos, acompañándolos en sus procesos de desarrollo personal y como grupo curso.

La sentida ceremonia se realizó en torno al monumento de la Virgen del Patio del colegio salesiano y estuvo cargada de palabras llenas de significado hacia la educadora, destacando su trayecto de vida en los más de cincuenta años de servicio educativo en la VII y VIII región, su vida personal y familiar, destacando especialmente su misión como educadora incansable, cuyos últimos años los desempeñó en las aulas, laboratorios y patios del colegio Salesiano de Concepción. Sus alumnos tuvieron palabras de gratitud por su dedicación y cariño con el que les enseñaba; su hijo Sebastián desde Colombia brindó un caluroso saludo a sus compañeros y a su madre a quién dedicó una poesía, y su colega, el profesor Milton Barrientos destacó a “Toyita” como una mujer responsable y apasionada de su misión y extraordinaria colega con sus pares. Así, su familia, alumnos y amigos destacaron en ella la pasión por su vocación en todo momento que tuvo que enfrentar.

En la ceremonia se hizo entrega de una placa conmemorativa y se bendijo a quienes participaron con la oración al educador/a salesiano/a, animada por el director de la Presencia salesiana, el P. Claudio Cartes A

La ceremonia finalizó con el canto a la Virgen del Patio que rememora los años vividos en esta casa de estudios y el recuerdo de otros compañeros fallecidos, haciendo alusión al espíritu formativo y relacional de educadores y jóvenes, propio del carisma salesiano heredado de don Bosco.